¿Los psicólogos van al psicólogo?
En una sesión, un paciente me preguntó: “¿Quién es el psicólogo del psicólogo?” Le respondí que otro psicólogo, y me preguntó nuevamente con curiosidad, si era frecuente que los psicólogos también fuésemos a terapia.
Le respondí entusiasmada que sí, que de hecho es muy sano que lo hagamos. Y que por supuesto, como a cualquier otra persona, nos desbordan las emociones, atravesamos dificultades y necesitamos o queremos conocernos y entendernos más.
El paciente asintió, aunque añadió que los psicólogos teníamos más recursos y herramientas que el resto de la población para poder gestionar nuestras dificultades.
Entonces, recordé una metáfora que hace ya un tiempo me explicaron para comprender la relación que se establecía en terapia entre el terapeuta y su paciente: “La metáfora de las dos montañas”. Pensé que quizás, esta pequeña historia, le ayudase al paciente a comprender por qué esas herramientas y recursos de las que hablaba, no eran suficientes y también requeríamos del soporte de otro profesional.
La metáfora de las dos montañas
“Imagina que tú y yo somos dos escaladores que estamos subiendo dos montañas diferentes pero enfrentadas. Es posible, que mientras yo subo mi montaña, pueda verte a ti tratando de ascender. Quizás desde mi perspectiva y distancia, yo pueda ver un camino por el que puedas subir más cómodamente, dentro de las dificultades del ascenso. Yo no tengo la capacidad de ver ese camino porque haya trepado esa montaña primero, ni porque sea más inteligente o sepa más que tú, sino porque la posición en la que estoy, me permite ver un camino, que desde donde tú estás es más difícil. Por lo tanto, mi ventaja será la distancia y perspectiva. Sin embargo, hay muchas cosas de tu montaña que solo sabes tú, ya que eres tú quien está allí y te convierte en la persona más experta sobre esa montaña. Finalmente, quien ascenderá esa montaña eres tú. Mi trabajo, será acompañarte en la subida, proporcionándote la información que me da dicha perspectiva, para que eso te ayude a llegar donde quieras subir.”
Al final, estaba de acuerdo con el paciente en que, como profesionales podemos tener recursos, herramientas, y un amplio conocimiento para entender determinadas dinámicas y procesos que suceden en la vida, y por eso, podemos ayudar a otras personas.
Sin embargo, cuando se trata de nosotros mismos, todo esto no es suficiente, ya que nos falta la distancia y la perspectiva de la que se habla en la metáfora. Por este motivo, poder acudir a un profesional que nos guíe y acompañe en nuestro proceso, hace que los psicólogos también vayamos al psicólogo.
Alba Psicólogos
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