“Los psicólogos no somos Amazon Prime”
“Tu paquete de habilidades relacionales llega mañana antes de las 14:00h.”Estamos en la época de la inmediatez. Lo queremos todo rápido y lo queremos todo ya.
Estamos acostumbrándonos a pedir cualquier producto por Amazon y recibirlo mañana. De hecho, si la entrega no es en 24 horas, ya la compra no resulta tan satisfactoria, porque ¿para qué esperar 3 días pudiendo tenerlo mañana?
En WhatsApp ahora podemos escuchar los mensajes más rápidos, x1, x1.5, x2 de velocidad. Y así podemos escuchar en la mitad de tiempo a aquel amigo que habla mucho y envía audios larguísimos, hace pausas dramáticas, utiliza muletillas o se desvía del tema varias veces. En Spotify también podemos aumentar la velocidad de nuestros podcast favoritos.
Aparentemente, aumentamos nuestra productividad. Pero ¿A qué precio?¿Cuántas cosas nos estamos perdiendo a cambio? Seguramente estemos perdiendo información sobre el estado emocional de la persona que habla, sobre el tono de su voz, sobre el énfasis que le pone a algunas palabras, etc.
Estos son sólo algunos de los ejemplos en los que podemos ver como nuestra vida lleva ritmos acelerados y marcados por el ¡Ya! Y esa inmediatez, a veces también la buscamos en las consultas de psicología. Muchas veces al explorar los objetivos que las personas queremos conseguir acudiendo a terapia, escuchamos: “Quiero dejar de sentirme así” (¡Y lo quiero ya!) Esto último nadie lo dice directamente, pero sí a través de otras preguntas: “ ¿Hace falta más de una sesión?”, “Pero…¿tendré que venir todas las semanas?” “Ah…y entonces ¿no vale solo con venir a terapia, tengo que hacer más?” “Un amigo vino, y le arreglaron lo que le pasaba en un mes”.
La respuesta decepcionante a estas preguntas suele ser que la terapia es un proceso, y que como todo proceso requiere de un tiempo. Y este tiempo, a su vez, va a depender (entre otros factores) de tu grado de implicación y compromiso. Como estarás adivinando en este proceso la inmediatez que encontramos en Amazon Prime, aquí no va a aparecer.
Pero vamos a pensar sobre ello. Imagina que quieres aprender a tocar un instrumento. Contactas con un profesor, y de manera inmediata concertáis una clase. Tras 5 minutos hablando, el profesor saca una varita dice 4 palabras mágicas y ¡listo! Ya estás preparado para tocar el instrumento como un profesional. No te han hecho falta años de conservatorio, ni días de frustración intentando sacar un acorde que no salía, ni si quiera pasar horas ensayando frente a una partitura. ¿Cómo te sentirías? ¿Crees que disfrutarías igual de la melodía que eres capaz de hacer con tus manos que de otras cosas que has logrado con tu esfuerzo? ¿Sentirías satisfacción? ¿Estarías orgulloso/a de ti mismo/a? Probablemente no, o al menos no tanto. Después de todo, ser capaz de tocar un instrumento sería el resultado. Pero el proceso es mucho más que saber tocar bien, es ir adquiriendo ese aprendizaje musical que te permite entender las armonías, los ritmos, etc.
Ahora imagina que acudes a consulta queriendo deshacerte de esa ansiedad que te atormenta. El psicólogo saca su varita y por arte de magia la ansiedad se ha ido. En un primer momento te sentirás aliviado. Pero… ¿has aprendido algo de ti? ¿Tendrás recursos si en algún otro momento vuelves a tener ansiedad? ¿Entenderás por qué te ocurre? ¿Podrás prevenirla? ¿Estarás satisfecho?
El aprendizaje: una carrera de fondo
Supongo, que ya estás viendo a dónde quiero llegar. El aprendizaje por varita, aún no se encuentra disponible, y aunque hubiera stock, todo aquello que necesite aprenderse requiere de tiempo. La terapia es un proceso de reparación y de aprendizaje, sobre uno mismo y sobre cómo funcionamos y funcionan nuestras emociones, nuestros pensamientos, nuestro cerebro, nuestra conducta, nuestras relaciones… Algo tan importante, requiere de tiempo y también cómo decía antes, de compromiso tanto del paciente como del profesional.
En definitiva, no podemos ayudarte a resolver tu malestar para que dejes de sentirte así de forma inmediata, pero te ayudaremos a descubrir las herramientas que te permitan tolerar ese malestar. No podemos ayudarte a mejorar tus relaciones a golpe de click (“Tu pack de habilidades relacionales llegará mañana antes de las 14h.”) pero te ayudaremos a identificar qué ocurre en esas relaciones y cómo pueden repararse.
No podemos cambiar el comportamiento de tu hijo/a en un chasquido de dedos, pero te ayudaremos a entenderle y a poner en marcha estrategias para que juntos mejoremos la dinámica familiar. Tampoco podemos evitar las pérdidas, las enfermedades ni las injusticias, pero te acompañaremos en tu dolor y buscaremos recursos para que puedas seguir construyendo tu vida de una forma más amable.
No somos Amazon Prime, no podemos duplicar la velocidad y tampoco tenemos varita mágina. Sin embargo, nos adaptaremos a tu ritmo y a tus necesidades, poniendo todo nuestro conocimiento y profesionalidad a tu servicio, acompañando tu proceso terapéutico desde el cuidado y el respeto, proporcionándote un espacio seguro para avanzar en la dirección que necesites.
Alba Psicólogos
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