La psicología perinatal es la rama de la psicología que se dedica a la prevención, apoyo, diagnóstico e intervención en las familias, especialmente en la mujer, durante el periodo previo al nacimiento de un hijo y los meses posteriores a este acontecimiento. Tiene en cuenta la salud mental de la madre y el diagnóstico temprano de posibles trastornos, y atiende a cómo esto puede afectar en el vínculo afectivo entre el bebé, la madre y el resto de la familia. Este trabajo es interdisciplinar entre diferentes profesionales, entre ellos los médicos, enfermeros, psicólogos, servicios sociales…
¿Por qué la psicología perinatal?
A pesar de que traer un bebé al mundo es algo natural, supone muchos cambios físicos, emocionales y sociales que ponen a la madre en una situación de vulnerabilidad, en especial en los tiempos que corren. El entorno social, familiar y personal, que constituye sin duda un factor de protección para la maternidad, también lo puede ser de vulnerabilidad. En ocasiones, la madre percibe que tiene poco apoyo del entorno y se siente sola o incomprendida durante el proceso, lo que puede afectar a su estado emocional.
El estrés, la novedad de la situación y otros factores pueden crear problemas de gestión emocional que pueden afectar negativamente tanto a la madre como al bebé, a través de un mejor o peor vínculo entre ellos. Entre el 10 y 15% de las mujeres experimentan episodios de depresión y hasta un 39% manifiestan síntomas de ansiedad. Además, aumenta la probabilidad de otros trastornos como el trastorno obsesivo-compulsivo o el trastorno de estrés postraumático.
Es una responsabilidad de todos, y muy especialmente de los profesionales que intervienen en este periodo, estar al tanto de esos peligros, ya que esta etapa es clave en el ámbito emocional y comportamental del bebé, sus padres y su entorno.
En este contexto, la psicología perinatal interviene en diversos ámbitos como:
- Depresión perinatal, que puede darse tanto antes como después del parto. También baby blues que es un estado de tristeza que puede aparecer después de dar a luz y que tiende a desaparecer a los pocos días.
- Ansiedad, estrés y fobias durante el embarazo, como el miedo al parto.
- Gestión emocional del embarazo y recuperación post-parto.
- Desarrollo de un vínculo afectivo sano con el bebé.
- Problemas emocionales asociados a infertilidad.
- Pérdida de un bebé y el proceso de duelo.
- Problemas de alimentación e imagen corporal.
- Otros problemas psicológicos que pueden desarrollarse: estrés postraumático, TOC, ataques de pánico, uso de sustancias…
Prevención es la palabra clave. Escuchar, apoyar y tomar medidas cuando sea preciso. Tener un bebé es una magnifica experiencia; se trata solo de acompañar y ayudar cuando sea necesario. Esta es la mayor garantía para unos bebés que crecerán en un entorno saludable, ya que el apoyo psicológico a la madre traerá grandes beneficios tanto para ellos como para el resto de la familia.
Alba Psicólogos
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