Los miedos asociados a comunicar la separación a los hijos
Comunicar a los hijos que sus padres se van a divorciar es un punto que preocupa a la mayoría de los padres que han tomado esta decisión.
Tenemos que tener presente que los efectos negativos de la separación en los hijos que lo sufren no dependen tanto de la separación en sí, sino del manejo, forma y gestión de la ruptura, de la edad del niño, del temperamento y de otras circunstancias del contexto. Es por ello, que dentro del primer aspecto señalado, la forma en la que se comunique la separación va a influir en que el niño sea capaz de vivirlo de una manera más adaptativa.
¿Cómo comunicar la noticia a nuestros hijos?
Antes de trasladar la noticia a los hijos, los padres deben haber tenido en cuenta aspectos cruciales como quién tendrá la custodia, quién será el progenitor que abandone el hogar, cuáles serán los horarios, días de visitas, llamadas… para tener respuestas comunes antes las posibles dudas que le puedan surgir al menor.
Los padres han de informar juntos que se van a separar, adoptando un lenguaje sencillo y lo más claro posible, adaptado a la edad de los niños para que comprendan el mensaje correctamente. Los menores deben saber que siempre podrán disfrutar de sus padres, juntos o por separado. Debe quedar muy claro que la separación no va a afectar al amor que tienen cada uno de los padres sobre los hijos, que lo único que va a cambiar es la relación que tienen los padres como pareja. Es decir, se rompe la relación de pareja pero no la relación de padres.
La información ayuda a los hijos a comprender y los prepara. La falta de información produce en los menores angustia y desorientación. Proporciona a tu hijo suficiente información, responde a sus preguntas de la forma más sincera posible. ¡Atención! No hace falta tomarse este punto al pie de la letra, ¡no hace falta contar absolutamente todo! ¡No es necesario! Recuerda que tus hijos no necesitan saber todos los motivos de la ruptura, basta con que entiendan qué es lo que va a cambiar en su vida de ahora en adelante.
Por otro lado, ten presente cuidar en todo momento el respeto hacia el otro progenitor. Para ello, muestra de forma activa el respeto hacía el otro y evitad culpabilizaros entre sí. No mostréis a los peques sentimientos negativos que podáis tener el uno del otro. Cuando esto ocurre, los niños pueden verse obligados a posicionarse por uno de los dos y no debemos olvidar que los hijos necesitan a ambos progenitores. En este aspecto, conviene destacar también que en el caso de que los padres se encuentren en un proceso judicial, no se debe desvalorizar la capacidad de uno de los dos como cuidador, ya que el único perjudicado en este caso va a ser el menor nuevamente. Los padres han de hablar bien del otro progenitor o como mínimo, no hablar mal. Los hijos necesitan tener una imagen sana de ambos padres para poder crecer con una autoestima adecuada y con las figuras de identificación bien establecidas.
Por último, es muy importante que no utilicéis a los niños como mensajeros. Cuando sea necesario comunicar algo entre vosotros, se debe comunicar en primera persona, ya sea por teléfono, correo electrónico, mensaje, etcétera. Los recados del tipo “dile a tu madre que…”, “cuando vayas a casa tráeme…”, ponen al menor en una situación incómoda que a la larga, lo único que consigue es alejarlo de nosotros.
Por último conviene señalar que no se debe alimentar la esperanza de reconciliación que surge en los pequeños de volver a ver a sus padres juntos, en ningún momento.
Conclusiones
Las dificultades que sienten los padres para hablar a sus hijos acerca de su decisión de separarse han de tomarse como una oportunidad de cuidar todos los aspectos señalados y facilitar así la adaptación a los cambios que se avecinan.
El hecho de comunicar la noticia no va a evitar el sufrimiento del menor, pero sí puede ayudarle a enfrentarse a la situación poco a poco. Cualquier tipo de cambio es difícil al principio, pero tanto los padres como los hijos se irán adaptando al mismo.