La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad en el que se tiene miedo a los lugares o situaciones que podrían causar pánico y hacer sentir atrapado, indefenso o avergonzado, por lo que se tiende a evitar este tipo de lugares o situaciones.
Así, las personas con agorafobia presentan problemas para sentirse seguras en un lugar público, especialmente donde se reúnen numerosas personas.
La ansiedad se produce a raíz del miedo a que no haya vías de escape si se intensifica la ansiedad. Es por eso, que la mayoría de las personas que sufren agorafobia la padecen después de tener uno o más ataques de pánico. Esto, les lleva a preocuparse por volver a tener un ataque, así que evitan los lugares donde pueda volver a suceder. Muchas veces esta patología va acompañada de ataques de pánico, los cuales hacen que puedas sentir que estás perdiendo el control por completo y que estás teniendo un ataque cardíaco o, incluso, muriendo, ya que va acompañado de síntomas físicos intensos como presión en el pecho, mareos, frecuencia cardiaca acelerada, sudoración, etc.
El miedo puede ser tan incapacitante que es probable que la persona sienta que no puede salir de casa e incluso que necesite salir acompañado por algún familiar o amigo. Es decir, se trata de una patología muy limitante, ya que afecta de manera indirecta a otras áreas de la vida como la social.
En cuanto al tratamiento, el principal es terapia de exposición junto con una cognitivo-conductual. En ocasiones, también puede ir acompañado de fármacos que ayudan a controlar la ansiedad y que pueden acelerar el proceso como son los antidepresivos o ansiolíticos.
Así, lo primordial es psicoeducación de la ansiedad para saber en qué consiste, cuales son los síntomas, como responde nuestro cuerpo, los pensamientos que solemos tener, el círculo del ataque de pánico y una vez que sepamos esto se dan pautas de control junto con técnicas de relajación, como la respiración profunda, Jacobson, Mindfulness, parada de pensamiento, focusing. A su vez, se puede trabajar con los pensamientos, ya que muchas veces están distorsionados.
En todo esto proceso también se deberá hacer terapia de exposición y para ello se utiliza una técnica llamada DS (Desensibilización Sistemática), técnica dirigida a reducir las respuestas de ansiedad y las conductas motoras de evitación ante determinados estímulos. Este procedimiento incluye cuatro pasos, que son técnicas de relajación para tener recursos, construcción de una jerarquía de mayor a menor ansiedad, practica en imaginación y por último practica en vivo. Como la exposición tiene que ser de forma gradual, se practicará en imaginación aquello que nos produce en la jerarquía menor ansiedad para después hacerlo en vivo y así posteriormente ir trabajando de forma gradual con el resto de ítems de la escala.
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