¿Qué es “salud”?
Cuando pensamos en “salud”, solemos pensar en cuidar nuestro cuerpo por dentro y por fuera, aunque pocas veces lo asociamos a nuestras emociones y a nuestro estado de ánimo.
Lo cierto es que nuestro mundo emocional está más vinculado a nuestra salud física de lo que creemos. Muchas veces, dirigimos todo nuestro esfuerzo a cuidar nuestro cuerpo, pasando por alto momentos en los que, por ejemplo, hemos podido sentir malestar, tristeza, culpa o agobio y no saber cómo gestionarlo.
Existe una tendencia a descuidar nuestra salud mental debido, entre otras cuestiones, al ritmo de vida frenético que llevamos. Algunas veces podemos pasar por alto o no darle la atención necesaria a la forma en que nos sentimos en relación a nosotros mismos.
¿En qué nos beneficia conocer y entender nuestras emociones?
Cuando conocemos y entendemos cómo nos sentimos, podemos comprender también cuáles son nuestras necesidades, escucharlas y responder ante ellas. Este conocimiento, supone una fuente inmensa de información que nos permite:
- Desenvolvernos de forma más adecuada en nuestra vida diaria, siendo capaces de reconocer nuestros límites, potenciar nuestras capacidades en cada momento y enfrentarnos a las demandas del día a día.
- Establecer y sostener relaciones sociales satisfactorias.
- Tener una mejor calidad de vida, al conocer y respetar nuestro propio ritmo sin presionarnos por conseguir objetivos que solo nos lleven a frustrarnos más.
- Entender cuando necesitamos ayuda y vernos capaces de pedirla.
En general, las personas son capaces de identificar con mayor facilidad las emociones que nos resultan agradables, como la alegría. Sin embargo, suele ser un poco más complejo y difícil identificar y manejar aquellas emociones que suelen ser displacenteras como el miedo, la rabia y el asco. Podemos confundirlas o no identificarlas claramente y ello complica su manejo y saber de qué forma nos están afectando en las distintas áreas de nuestra vida.
Y, entonces, ¿cómo afecta todo esto a nuestra salud global? Principalmente porque las emociones y los pensamientos están muy vinculados y solemos tomar decisiones en función de ambas. Por tanto, cuidar de nuestra salud física y mental, debe ser prioridad y debemos brindarle un espacio. Es por esta razón, que debe ser prioridad cuidar nuestra salud física, tanto como la mental y darle un espacio importante en nuestra vida.
¿Cómo puedes empezar en este camino y darle más espacio en tu vida a tus emociones? Aquí te dejo algunos tips para que te animes y puedas empezar. Toma 5 minutos de tu día para parar y preguntarte:
- ¿Cómo me siento hoy?
- ¿Por qué me siento así?
- ¿Me siento así frecuentemente?
No te desanimes si no logras identificar tus emociones o si te sientes agobiado al centrarte en ellas, es un ejercicio para empezar a darles cabida en nuestro día a día y poder aprender a gestionarlos. ¡Tod0 es entrenable!
Alba Psicólogos
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