“Siempre seré drogadicto/a, aunque no vuelva a consumir nunca, siempre lo seré”. Es real, pero no dejes que ese sea tu nombre.
La identidad más allá de la adicción
Tú tienes una identidad y es hora de mostrar al mundo, que si la vida te quita una pierna, te da un muñón. Sólo tú conoces el motivo que te llevó a esa situación donde elegiste el consumo de alguna sustancia como salida.
Son pocos los que comprenden esta realidad, son pocos los que te mirarán a la cara y te comprenderán. Que saben que no elegiste la mejor salida, pero no encontraste otra a mano.
Por eso estamos aquí, para que tu pasado no condicione tu futuro. Que todos tenemos derecho a cambiar de camino y tú has cogido la palabra OPORTUNIDAD con las dos manos.
Ante una difícil situación, donde pierdes toda esperanza, no encuentras luz y crees que vas a seguir viviendo así, las posibilidades y los caminos se acotan. Sabes que no decidiste el mejor, que tal vez a la larga se complicó todo, pero has decidido ponerle fin a ese mundo que te hacía escapar de la realidad que te atormentaba. Esa realidad no se soluciona sola, por ello ahora tienes otra salida ante tus ojos con la luz verde encendida.
La evolución de la adicción
Las drogas generan adicción debido a su refuerzo positivo a corto plazo. Pero tras su consumo repetido aparece la tolerancia, y se debe aumentar su dosis o frecuencia para que produzca los mismos efectos. Si después de llevar mucho tiempo consumiendo una sustancia se da el cese brusco aparecerá un gran enemigo, alguien que tal vez no conozcas y desearás no haberlo conocido, se llama el síndrome de abstinencia. Hay maneras de evitar esa paliza que nos dará, hay maneras de suavizar el cese de la sustancia y es mediante ayuda especializada.
Es difícil salir de ese círculo, pero pocos saben que ese es el menor de tus problemas. Porque la realidad que te hizo elegir la salida errónea no ha cambiado. Mañana te levantarás y tal vez sientas que nada ha cambiado, que todo siegue igual que antes.
¿Qué hacer si los problemas continúan?
Nosotros/as te enseñaremos a cambiarte los zapatos y caminar con paso firme hacia las metas que quieras conseguir. Porque a veces llevamos zapatos viejos que nos hacen daño de tanto uso, o mejor dicho, del mal uso. Zapatos que no nos dejan casi caminar, que nos provocan dolor, que nos hacen cansarnos y no nos permiten llegar a donde queremos. Tal vez sea hora de cambiar los zapatos, nosotros te ofrecemos otros nuevos. Al principio costará andar con ellos, hay que acostumbrarse primero. Puede que te hagan heridas, que sientas que no se ajuntan del todo a tu pie, pero una vez hayas aprendido a andar con ellos, una vez se hayan hecho a ti, llegarás tan lejos como te propongas.
¡Átate fuerte los cordones, comienza un largo y bonito viaje!
Alba Psicólogos
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